viernes, 20 de enero de 2012

Te doy mi mano


 Cuando era chiquita mi mamá me decía
 "dame la mano para cruzar la calle",
y yo le decía "no, no te la doy, te la presto",
porque dar la mano me sonaba a darla, sacármela
¿pero dar una mano no es un poco eso?


Dar una mano a alguien es mucho más que hacer un favor.
No es dedicar unos minutos que me sobran o prestar
una remera que no uso , es dar una parte mia , es darme yo.


Dar la mano es aferrarme y aferrar al otro.


Cuando el mundo se vuelve un precipicio y todo se cae de mis manos
no me aferro a algo, se aferran a alguien,
a alguien que no te dejará caer.


Cuando te dí mi mano ya no hay forma de soltarla,
ya no es mia , está unida a la del otro,
 las dos manos son una.


Las manos nos unen, nos suman, cuando damos la mano
dejamos de ser yo para ser nosotros.


Mi mano ya no es mía, es tuya, o nuestra.

Nunca voy a soltarte la mano, pase lo que pase.



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